Guía para padres sobre el acoso escolar
La mejor manera de impedir que nuestros hijos hagan algo malo es enseñarles qué es y ayudarles a entender por qué está mal. También es importante predicar con el ejemplo. El concepto de acoso escolar ha cambiado drásticamente en los últimos 50 años. Sobrevivir a un acosador solía ser un rito de iniciación. Hoy en día, el acoso es inaceptable y, en la mayoría de los distritos escolares, un acto ilegal.
Recuerdo que mis padres me decían que mi matón (y sí, aún recuerdo su nombre) se metía conmigo porque se sentía amenazado por mí. Me sugirieron que intentara hacerme amigo suyo o que le plantara cara porque se creía que los matones nunca se defendían. Que conste que ninguno de los dos enfoques funcionó. Él y yo no llegamos a ser amigos y contraatacar sólo exacerbó el problema.
Fuera de la escuela, los niños decían cosas como: “Hubba Hubba Hubba, ding ding ding, el lanzador tiene un brazo como una lavadora”, o hacíamos concursos insultándonos unos a otros. Nos burlábamos y nos tomábamos el pelo. Nos derribamos unos a otros y luego nos levantamos. En la mayoría de los casos, era por diversión, pero a veces alguien se pasaba de la raya y hería susceptibilidades. Todo formaba parte del crecimiento. Este no es el caso hoy en día. Hoy en día, la mayoría de estas actividades se clasificarían como acoso escolar.
El gobierno de Estados Unidos define el acoso como un comportamiento agresivo no deseado entre niños en edad escolar que implica un desequilibrio de poder real o percibido.
El acoso existe más allá de la edad escolar y puede ser verbal, social o físico. La intención que subyace a la acción no es tan importante como la percepción que tiene la víctima de la acción. Si su hijo o hija trae a casa una nota del colegio en la que se le acusa de acosar a alguien (por ejemplo, insultos, empujones, no permitir que alguien se siente a la mesa del almuerzo), no se centre en por qué lo hizo o qué quiso decir con ello. En primer lugar, pregúntales por su comportamiento y, a continuación, céntrate en cómo se sintió el otro niño porque, en el contexto del acoso, esto es lo que importa.
Soy padre de dos hijos en edad de ir al instituto. Ambos han sido víctimas de acoso y han acosado a otros, tanto si era su intención como si no. Hace poco, uno de mis hijos tuvo una charla de “amor duro” con un amigo que estaba creando problemas con su grupo de amigos. ¿Era esta charla amistosa o intimidatoria? Depende de a quién preguntes. Mi hijo pensaba que estaba ayudando a su amigo. Si pudiera enderezar a su amigo, todo volvería a ser como antes. Los padres del otro niño no estaban de acuerdo. Se hirieron los sentimientos del niño, que se sintió como un extraño. Como en el béisbol, donde el empate es para el corredor, en los casos de presunto acoso, lo que importa es la percepción de la víctima.
Hable con sus hijos sobre los efectos del acoso escolar
¿Y qué hacemos? En primer lugar, es posible que no tengamos razón al 100%, ya que el acoso puede ser subjetivo. En segundo lugar, debemos aceptar la posibilidad de que ocurra y tener un plan para afrontarlo. En mi opinión, la mejor manera de abordar los problemas de acoso es hablar de ellos con tus hijos. Ayúdales a reconocer el impacto de sus acciones en los demás y a ponerse en el lugar de la otra persona. Cuanto más hablemos y nos eduquemos a nosotros mismos y a nuestros hijos sobre lo que ocurre en sus vidas, mejor podremos abordar estos y otros temas que vayan surgiendo.
¿Qué recursos hay disponibles?
Todo el mundo tiene ese amigo que conoce a alguien que pasó por una situación de acoso similar a la descrita anteriormente. Como abogado, si me dieran un dólar por cada vez que alguien cuestiona mis consejos, me habría podido jubilar hace años. Pero en lugar de seguir los consejos de alguien cuya formación y conocimientos pueden ser más limitados de lo que uno cree, me gusta utilizar información de fuentes fiables. Estas fuentes deben poder darnos la información que necesitamos para comprender la situación con precisión. Si puedes llamar a un profesional, estupendo, por favor, hazlo. Si no tienes tiempo o acceso a uno, te recomiendo que utilices Internet. Busca los mejores sitios que te informen, porque el conocimiento es el verdadero poder. No podemos acabar con el acoso si no sabemos de qué se trata.
Hay muchas formas de buscar información en Internet. Puedes hacer una búsqueda y ver qué aparece; puedes ir a YouTube y ver vídeos. Hay grupos en Facebook y otras redes sociales. Le sugiero que consulte el sitio www.stopbullying.gov. Esta es una gran fuente que puedes utilizar para entender el acoso y las leyes al respecto. Es un sitio web oficial y gratuito del Gobierno de Estados Unidos.
Hay muchas otras fuentes en Internet, pero dado que www.stopbullying.gov es un sitio proporcionado por el gobierno y tiene acceso a todas las leyes y normas de cada estado, es un buen punto de partida. Lo mejor de este sitio web es que es fácil de usar y todo está explicado en un lenguaje sencillo y fácil de entender. Hay ejercicios, ejemplos y vídeos disponibles. Explica las cosas de forma que tanto los adultos como los niños puedan entenderlas, lo que ayuda a allanar el camino para la comunicación entre ellos.
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