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El proceso de divorcio no es algo por lo que nadie quiera pasar, pero si se ve en la necesidad de poner fin a un matrimonio, querrá contar con la ayuda de un abogado o bufete de derecho de familia.
Separar su vida de la vida de su cónyuge es complicado tanto emocional como legalmente. El proceso incluye formularios y papeles de divorcio, dividir sus bienes y considerar la custodia de los hijos. Por mucho que desee que el proceso legal termine rápido, también quiere asegurarse de estar protegido legalmente, lo cual no pasa necesariamente al solicitar el divorcio.
A partir de $29.95 al mes, la afiliación a LegalShield le permite trabajar con un abogado proveedor de LegalShield para resolver las complicadas cuestiones y los documentos legales que conllevan los divorcios y asegurarse de que está haciendo lo mejor para su familia, al tiempo que se asegura de que sus propios intereses también están protegidos.
Ningún caso de divorcio es sencillo, pero un divorcio de mutuo acuerdo es, con suerte, una opción algo menos dolorosa para las parejas. En un divorcio de mutuo acuerdo, ambas partes han acordado el divorcio en sí y los pormenores de la separación, incluida la custodia de los hijos, la pensión alimenticia y el reparto de bienes. Ese acuerdo les permite evitar un proceso judicial más largo y costoso, entre honorarios de abogados y costas judiciales.
Una vez aclarados los detalles, la pareja puede presentar los formularios necesarios y su convenio regulador de divorcio ante el tribunal y esperar a que un juez dicte la sentencia de divorcio, que puede incluir una orden de cambio de nombre si una de las partes lo desea.
Llegar a un acuerdo puede ser complicado cuando se trata de los hijos y su cuidado, o en la división de una mayor acumulación de bienes, por lo que es útil contar con un abogado que revise cualquier acuerdo al que lleguen o que ayude a negociar algunos de los puntos.
Las parejas que se plantean la separación pueden optar primero por la separación en lugar del divorcio. La separación, y en particular la separación legal, difiere del divorcio. Una orden judicial de separación dividirá sus bienes y establecerá las condiciones de la pensión alimenticia, la custodia de los hijos y la manutención, como lo haría un divorcio, pero las partes siguen unidas aunque lleven vidas separadas.
Algunas parejas optan por la separación en lugar del divorcio o la anulación debido a creencias religiosas o al deseo de mantener unida la unidad familiar por el bien de sus hijos, o por razones más prácticas de mantener el seguro médico u otras prestaciones que una de las partes perdería con el divorcio.
Dependiendo de la situación económica concreta de la pareja, una de las partes puede tener derecho a pedir una pensión alimenticia. Esta ayuda esta ayuda se concede al cónyuge que tiene menos ingresos que su pareja, a menudo porque trabaja menos horas o deja de trabajar para criar a sus hijos.
La pensión alimenticia puede pagarse en un solo pago completo, pero lo más frecuente es que se establezca en forma de pagos mensuales recurrentes durante un periodo fijado por un juez en una orden judicial. Esos pagos pueden interrumpirse anticipadamente en las condiciones establecidas en esa orden, como que el cónyuge que recibe la pensión encuentre un trabajo mejor remunerado, cohabite o vuelva a casarse.
La consideración más importante, y a menudo más polémica, de cualquier proceso de divorcio es la custodia de los hijos. Cada progenitor quiere lo mejor para su hijo, pero puede haber desacuerdos importantes sobre lo que eso significa en términos de cuidados, régimen de vida y pensión alimenticia.
Lo ideal es que los padres se reúnan para llegar a un acuerdo sobre la custodia que evite una larga y fea batalla, pero en caso de que no lleguen a un acuerdo, los tribunales tomarán la decisión definitiva en el mejor interés del menor.
Para determinar la custodia, los tribunales tienen en cuenta la aptitud relativa de cada progenitor para cuidar y mantener al menor, así como la relación entre el menor y cada uno de los progenitores y la preferencia del menor, siempre que tenga edad suficiente para dar su opinión.
Existen dos tipos diferentes de custodia:
En función de lo que determinen los tribunales, pueden conceder la custodia legal y/o física exclusiva a uno de los progenitores, o la custodia legal y física compartida a ambos progenitores, o una combinación de ambas.
Cualquier divorcio va a ser complicado y lo será aún más cuando se añadan a la mezcla los hijos, las casas y los planes de pensiones. Suscribirse a LegalShield para obtener asesoramiento jurídico es la forma más inteligente de abordar su divorcio, sobre todo teniendo en cuenta lo que puede ahorrarse en honorarios de abogado.
Los servicios de divorcio de LegalShield incluyen consultas sobre su vivienda y sus cuentas y otros bienes y cómo pueden dividirse; sus obligaciones con la deuda común; los acuerdos de custodia de sus hijos; y la revisión de cualquier acuerdo prenupcial o cualquier documento de divorcio que necesite presentar, todo ello a un bajo precio mensual.
No puede evitar las tasas de tramitación que conlleva un divorcio, pero sí puede evitar gastarse una fortuna en los servicios jurídicos necesarios.
Existen servicios que ofrecen la opción de divorciarse en línea, dirigidos a quienes buscan un divorcio de mutuo acuerdo. Sin embargo, llegar al punto en que todos los asuntos estén resueltos puede ser complicado, y corre el riesgo de olvidar cuestiones clave si opta por la vía de la autoayuda en su divorcio. Trabajar con un abogado puede agilizar el proceso de divorcio y llegar a un acuerdo que sea justo y equitativo.
Las tasas de solicitud de divorcio varían según el estado, y los demás gastos asociados al divorcio, como las tasas judiciales y los honorarios de los abogados, pueden ascender rápidamente a decenas de miles de dólares, dependiendo de lo conflictivo que resulte el divorcio. Puede ahorrar dinero si acepta el mayor número posible de cláusulas específicas antes de acudir a los tribunales y si aprovecha su afiliación a LegalShield y sus abogados proveedores.
Aunque un divorcio y una anulación tienen el mismo efecto de separar a una pareja, la anulación difiere en que afirma que el matrimonio nunca fue válido y, esencialmente, es como si el matrimonio nunca hubiera existido. Aunque no es frecuente, las anulaciones se solicitan por fraude, tergiversación u otro engaño por parte de uno de los cónyuges.
El tiempo que se tarda en finalizar un divorcio depende de dónde viva y del tipo de divorcio que solicite. Los divorcios no impugnados suelen ser relativamente más rápidos, mientras que los divorcios que llegan a los tribunales con cuestiones impugnadas pueden tardar meses o, en raras ocasiones, años en resolverse.
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