6 errores que puede evitar al principio de su nueva empresa
Nadie pone en marcha un negocio con todas las respuestas, y para los empresarios más inexpertos, hay muchos escollos potenciales al principio que pueden hacer descarrilar lo que de otro modo sería una empresa prometedora. Los errores son inevitables en cualquier empresa; la clave está en limitarlos a pequeños errores que causen pocos daños sustanciales. Y aunque es imposible saber todo lo que puede surgir, es bueno conocer algunos de los problemas más comunes.
1. Tener una entidad comercial
Muchos negocios empiezan como pequeños proyectos paralelos, en los que tu tiempo, esfuerzo y recursos personales constituyen la totalidad del propio negocio. Sin embargo, convertir ese proyecto en algo más requiere enfocarlo como un negocio real que requiere una entidad que te proteja a ti y a tu familia.
Sin una entidad, su empresa es por defecto una empresa unipersonal, y cualquier responsabilidad que asuma la empresa es asumida personalmente. Cualquier contrato firmado, cualquier deuda acumulada, cualquier pleito… si su empresa no puede pagar, esas obligaciones pueden recaer sobre sus activos financieros personales.
Crear una entidad con un abogado le permite proteger su patrimonio personal del patrimonio de su empresa. Tener una entidad también puede aliviar su carga fiscal, pero la elección de la entidad adecuada debe hacerse con un profesional.
2. Buscar un nombre comercial
Encontrar el nombre perfecto para su empresa es estupendo, pero si no hace los deberes, es posible que no pueda seguir adelante con ese nombre sin infringir los derechos de otros.
Una búsqueda de nombre comercial garantiza que el nombre que ha elegido no está ya registrado por otra empresa en su estado, o registrado como marca comercial a nivel federal. También existe la posibilidad de que en su zona haya marcas registradas de derecho común, en las que las empresas pueden reclamar una marca limitada basada en el uso habitual. Antes de empezar a pegar su nombre en un sitio web y en mercancías, asegúrese de que puede utilizar ese nombre sin posibilidad de infringir el nombre registrado o la propiedad intelectual (PI) de otra persona. Trabajar con un abogado puede ayudarle a evitar errores en el nombre de su empresa.
3. Tener contratos y entender los contratos firmados
Si quiere ser una empresa de pleno derecho, necesita funcionar como tal, y eso significa tener contratos en vigor entre su entidad empresarial y otras empresas o particulares. Aunque estaría bien asegurar que un acuerdo verbal o un apretón de manos fueran tan vinculantes como cualquier cosa puesta por escrito, simplemente no es un buen negocio. Contar con contratos garantiza que no haya desacuerdos, malentendidos ni forma de que la otra parte se retracte de lo acordado sin incumplir el contrato.
También es importante entender lo que ha firmado para su empresa y personalmente. Su empresa estará sujeta a la letra de un contrato, y los contratos pueden contener estipulaciones sobre lo que puede o no puede hacer. Asegúrate de que entiendes lo que estás firmando y pide a un abogado que revise tus contratos.
Los contratos pueden incluso cortocircuitar su nuevo negocio. Si tiene un empleo a tiempo completo mientras dirige su nueva empresa, su contrato de trabajo puede restringirle o incluso prohibirle realizar ese trabajo externo, o puede incluso dictar que su empleador es el propietario de cualquier idea que se le ocurra, aunque se haga fuera de su horario laboral. Comprueba tu contrato de trabajo antes de poner en marcha tu empresa.
4. Proteja su propiedad intelectual
Su propiedad intelectual (PI) es lo que hace a su empresa. Lo que tienes que salvaguardar son tus ideas y tu creatividad. Si no lo hace, se expone a la posibilidad de que alguien tome su propiedad intelectual para su propio uso y, sin la protección adecuada, le resultará difícil conseguir que dejen de hacerlo.
Las patentes, las marcas comerciales y los derechos de autor no sólo protegen su trabajo, sino que también demuestran a los posibles inversores que su empresa merece la pena. Si quiere que tanto los inversores como los clientes se tomen en serio su empresa, hable con su abogado sobre la posibilidad de solicitar la protección adecuada para su propiedad intelectual.
Todo buen plan de propiedad intelectual incluye también evitar infringir la propiedad intelectual de otros. Hay muchos casos en los que personas bienintencionadas han infringido accidentalmente el trabajo de otros y, aunque no haya habido mala intención, se trata de una infracción que expone a su empresa a posibles acciones legales. Un poco de investigación antes de crear productos o logotipos o utilizar fotos en su sitio web puede ahorrarle un dolor de cabeza más adelante.
5. Tomarse en serio las opiniones de los clientes
Todos hemos sido culpables de enamorarnos demasiado de nuestras propias ideas, sin recordar que al mismo tiempo que seguimos un camino y unos objetivos, también intentamos atraer a un público más amplio. Las pruebas y los comentarios son partes cruciales del proceso creativo y, aunque demasiadas voces pueden hacer que el proceso creativo sea más complejo y lleve más tiempo, esas opiniones diversas pueden ayudarle a comprender en qué aspectos pueden mejorar sus productos o servicios.
Los comentarios también pueden ayudar a evitar problemas embarazosos el día del lanzamiento. No hay nada peor que sacar un producto defectuoso, ya que no hay segundas oportunidades para las primeras impresiones. Haga que la gente haga pruebas repetidamente, tratando de romper el producto de todas las maneras imaginables, con el fin de estar preparado para cualquier cosa que un usuario real pueda lanzarle.
6. Buscar ayuda jurídica
Hay muchos otros obstáculos que superar para guiar a su empresa hacia la viabilidad a largo plazo. Sin embargo, para que su empresa empiece con buen pie, es fundamental que los fundamentos sean correctos desde el principio. Tras su lanzamiento, un abogado de LegalShield puede ayudarle con todos los retos.
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