Muchas personas dan por sentado que todas sus cuentas bancarias, inversiones y pólizas de seguros se distribuirán de acuerdo con su última voluntad, pero puede que no sea así. Este tipo de cuentas, incluidas las cuentas corrientes, los seguros de vida, las carteras de jubilación y las cuentas IRA, suelen requerir la designación de un beneficiario cuando se establecen.
La(s) persona(s) que nombre en ese momento recibirá(n) los fondos de la cuenta cuando usted fallezca. Estas cuentas se consideran “pagaderas en el momento del fallecimiento”, lo que significa que los activos se transfieren en el momento de su fallecimiento sin tener en cuenta su testamento.
En algunos casos, olvidarse de actualizar la designación de beneficiarios puede significar que sus deseos y la realidad de cómo se distribuyen sus bienes difieran enormemente. Las cuentas pueden haberse establecido antes del matrimonio, del nacimiento de los hijos o incluso durante un matrimonio anterior. Esto significa que sus hijos o su cónyuge actual no recibirían activos de la cuenta cuando usted fallezca.
Es importante actuar con rapidez. La designación de beneficiarios sólo puede modificarse en vida y en pleno uso de sus facultades mentales. Puede que desee cambiar la designación del beneficiario a un miembro concreto de la familia o a un cónyuge actual. Tal vez prefiera designar a su patrimonio como beneficiario para que los bienes se distribuyan de acuerdo con su testamento.
Decidir cómo gestionar las cuentas con designación de beneficiario es una parte importante del proceso de planificación del patrimonio. Hable con su bufete proveedor de LegalShield para obtener más información sobre sus opciones.